Taller n°7: Objeción de conciencia
Objeción de conciencia en la salud: análisis EUTANASIA
Introducción

La eutanasia constituye uno de los temas más complejos y sensibles en el ámbito de la bioética y la práctica médica contemporánea. Su discusión enfrenta valores fundamentales como la autonomía del paciente, el respeto a la dignidad humana y el deber de aliviar el sufrimiento, en tensión con el principio de la sacralidad de la vida y el rol histórico de la medicina en preservar la existencia. Dentro de este debate, surge la objeción de conciencia como un derecho que permite a los profesionales de la salud abstenerse de participar en procedimientos que contravengan sus convicciones morales, éticas o religiosas. Este derecho, sin embargo, no está exento de dilemas, ya que puede entrar en conflicto con los derechos del paciente a acceder a una prestación legalmente permitida.
En el marco de este taller, se nos solicitó realizar una entrevista a un integrante del grupo, lo que nos llevó a formular preguntas profundas respecto a la objeción de conciencia y la eutanasia. Este ejercicio no solo nos permitió indagar en la comprensión personal y colectiva sobre el tema, sino también generar un espacio de reflexión crítica en torno a los valores, principios y tensiones que atraviesan este debate.
Desarrollo:
Como grupo en el proceso de formular preguntas, nos encontramos con la dificultad de que este difícil tema se puede abordar de diversas aristas, por lo que preferimos una entrevista más dinámica, en donde una pregunta su respuesta llevaba a la siguiente y así en adelante. Todos esto luego fue reflexionado como grupo.

Iniciamos con la arista que nos llamo la atención, ya que fue mencionada durante la clase era la desde la visión de Pascal Mercier, ya que explora la libertad de decidir sobre la propia vida y el sentido de la existencia. Entonces Mercier plantea que "no elegimos nacer, pero podemos elegir cómo vivir". ¿Debería extenderse esta idea a la elección de cómo morir? A lo que se respondió que sí, ya que es nosotros tenemos la dignidad y la libertad de vivir como queremos deberíamos tener la misma oportunidad en el caso necesario según sean las razones de poder decidir como morir, sea así de una manera digna en donde no se extienda el sufrimiento de manera innecesaria. De esta misma respuesta surgió nuestra segunda pregunta en la que planteamos, que si la vida solo adquiere sentido en la medida en que se vive con libertad y plenitud, ¿tiene la eutanasia un lugar como acto de afirmación de esa libertad? Donde nuevamente la respuesta fue afirmativa, ya que continuando el hilo de la respuesta anterior, nosotros somos libres de decidir cada momento de nuestras vidas, cada pequeño detalle fue debido a una decisión que tomamos a lo largo de nuestras vidas, cada camino fue por algo, entonces por que al final de estas no podemos mantener esas decisiones, no poder hacerlo seria sinónimo de no tener la libertad individual que siempre se nos ha otorgado.
Luego de estas preguntas quisimos ver la eutanasia desde diferentes etapas de la vida, ya que en clases anteriores nos vimos relacionados con temas de aborto y ley IVE, entonces surgió la siguiente ¿Podría la discusión sobre eutanasia abrir un debate más amplio sobre cómo entendemos el "valor intrínseco" de la vida desde su inicio hasta su final? Claramente fue complicada de responder, si es un debate tanto ético como moral, además de personal y colectivo, pero pudimos claramente al consenso que sí, se podría ampliar el debate respecto al valor intrínseco de cada individuo, ya que si cada uno tenemos la dignidad desde la concepción de la vida, por el simple hecho de ser humanos, porqué no tenemos la misma dignidad al terminar nuestras vidas, es decir, que tan solo queremos irnos tal como llegamos, sin sufrir, sin dolor, y con la dignidad en alto. Es por esta misma ampliación del debate que topamos con la arista respecto a la eutanasia y las diferencias de las edades, ya que generalmente uno piensa en la eutanasia para un adulto o adulto mayor, pero que pasa con los niños, infantes, adolescentes. ¿Debe existir una edad mínima legal para solicitar la eutanasia, considerando que la capacidad de autonomía y de comprender el alcance de la decisión varía con la edad? Sabemos que un niño o incluso un lactante no es realmente autónomo, incluso algunos de ellos por la edad no pueden hablar o si quiera entender la gravedad de la situación, entonces ¿Qué se haría en aquellos casos? No sabemos si habría que involucrar a un tercero pero que sea imparcial a la situación o quien tomaría esa decisión en el caso de que no se pueda comunicar el individuo, pero también en un niño o adolescente bajo que categoría sería postulante, porque puede que se encuentre en un punto bajo y decidan que la eutanasia sea la mejor opción, como llegamos a la decisión final de quien merece o no la opción y es por esto mismo que nos preguntamos ¿Es la vejez una razón válida por sí misma para acceder a la eutanasia, o debería requerir siempre una enfermedad grave e incurable? Ya que seguimos con el mismo hilo, es decir una ¿enfermedad psiquiátrica grave sería considerada o tan solo la vejez te abre aquella opción?

Bibliografía
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